Oficios curiosos
En nuestra serie de “Oficios curiosos”, hoy tenemos el placer de entrevistar a la señora Estrella Negra.
The Odiator: Buenos días Señora Negra, explique a nuestros lectores en que consiste su trabajo.
Estrella Negra: Buenos días, pues mire, trabajo en una empresa que se dedica a elaborar los anuncios de contactos personales que después aparecerán en la prensa.
TO: ¿y que es lo que usted hace exactamente, en ese proceso?
EN: Yo soy la encargada de colocar las estrellitas o círculos que ocultan las partes más intimas de las mujeres y hombres que aparecen en estos anuncios.
TO: Desde luego no es un empleo nada común.
EN: No, la verdad que no (sonríe), siempre que explico a que me dedico la gente me mira con cara rara.
TO: ¿Cómo empezó en este trabajo?
EN: Pues la verdad es que no fue nada premeditado. Yo en esa época estaba parada, necesitaba un trabajo y vi el anuncio, me picó la curiosidad acudí a la entrevista y de eso ya han pasado catorce años.
TO: Cuéntenos, ¿Cómo funciona exactamente su trabajo?
EN: Verá, a mí me llegan las plantillas de los anuncios con las fotos sin censurar. Entonces con un programa informático que tenemos yo coloco las estrellas, círculos o lunas incluso, donde corresponde.
TO: ¿Qué le da más trabajo? ¿Los pechos? ¿Los penes?...
EN: Todo depende, en estos momentos como la moda impone unos pechos enormes, me paso el día tapando pezones, y debido al incremento de tamaño que han experimentado los pechos en la actualidad, he tenido que adaptar nuestras plantillas de estrellas.
TO: Entiendo…
EN: Pero hace unos años hubo la moda de los anuncios de hombres de color, de color negro vaya, y no daba a vasto tapando enormes penes. No podía usar las estrellas habituales y tenia que improvisar, usaba plátanos o lunas. Acabé cogiendo la baja por una tendinitis en el dedo de usar el ratón, los “años negros” les llamábamos.
TO: Debió de ser duro.
EN: Lo duro fue acudir a urgencias y explicar el caso. Pero no se crea que todos son épocas de mucho trabajo. Últimamente se han puesto de moda los anuncios de chicas orientales, asique el trabajo no es tan duro, y ahorramos un dineral en estrellas, aunque también cobro menos.
TO: ¿Es un trabajo bien remunerado el suyo?
EN: Depende de las temporadas, yo cobro por unidad de estrella colocada, lo que significa que durante los años negros me ganaba muy bien la vida, pero ahora con las chinas no tanto, pero en general no me puedo quejar.
TO: ¿Y no le afecta el trabajo a su vida familiar?
EN: Ahora ya una esta acostumbrada, pero al principio si fue duro. Cuando conocí al que ahora es mi marido, fue complicado explicarle a que me dedicaba, pero luego lo entendió y me quiso tal y como soy.
TO: ¿No se lleva trabaja a casa?
EN: ¡No por Dios! ¿Qué quiere? ¿Qué le ponga una estrella en los huevos a mi marido mientras duerme?
TO: No, no, no haga eso.
EN: Otro problema que tenia, es que cada vez que empezaba a salir con un chico, no podía evitar imaginármelo desnudo y con una estrella en sus partes, jugaba a imaginarme como de grande debía de ser la estrella que necesitaría. Luego cuando los veía desnudos, solo podía ver una estrella, no veía otra cosa. Y cuando voy a la playa yo veo a las mujeres en topless, con estrellitas negras en sus pechos.
TO: Debe de ser complicado… ¿Pero al menos en su sector no habrá afectado la crisis no?
EN: ¡Uff! No se crea… todas las empresas buscan reducir gastos, y ahora ha aparecido en el mercado la Estrellator 2000.
TO: ¿Estrellator 2000? ¿Qué es eso?
EN: Es una maquina que han inventado los chinos, que es capaz de colocar doscientas estrellas por minuto, distinguiendo tamaños, formas, colores… como comprenderá es difícil competir contra eso.
TO: Ya lo creo…
EN: En fin… mientras haya tetas y pollas por tapar, ¡ahí estaré yo!
TO: ¡Ese es el espíritu! Ha sido un placer entrevistarla y que tenga mucha suerte.
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