Odio ir al
gimnasio. ¡Ala! ¿Pero cómo dices eso, puto gordo? Primero: Lo digo
básicamente porque me sale de los cojones y segundo: No estoy gordo, es que soy
ancho de huesos.
Si lo dejo aquí va a quedar un poco escueto así que
voy a desarrollar un poco más el primer punto, no mis cojones que ya están
bastante desarrollados, si no el argumento de porque odio ir al gimnasio.
¿Qué empuja a los individuos a acudir al gimnasio? Las respuestas son tan
variadas como personas hay en el mundo, pero detallaremos aquí las más
habituales e importantes.
La primera de las motivaciones que empuja a personas
aparentemente normales a torturarse en una estancia cerrada llena de hierros y
máquinas extrañas y con un ambiente algo cargado, es la noble aspiración de
mejorar físicamente, lo cual suele traducirse en adelgazar.
Con el propósito de adelgazar miles de personas
acuden en manada -primer chiste de
gordos- al gimnasio. Normalmente estos individuos suelen acudir en épocas muy
concretas del año, antes de las vacaciones de verano donde hay que enseñar
chicha o después de vacaciones de navidad donde nos hemos hinchado a comer como
cerdos.
Lo que olvidan muchas de estas personas entradas en
carnes, es que para adelgazar es necesaria una combinación de ejercicio y
dieta, y ambas cosas son bastante jodidas de prolongar en el tiempo. Otro día
hablaremos de las dietas, hoy nos centraremos en el ejercicio.
Estas inocentes personas, suelen apuntarse a
gimnasios privados debido a ese instinto tan humano de contra más pague por
algo, mejor será. Pero no contentas con pagar su cuota mensual, estas personas
son propensas también a pagar los servicios de un entrenador personal que les
proporciona el mismo centro.
Los entrenadores
de los gimnasios -o “personal trainers” como les gusta hacerse llamar- son
seres entrañables que se alimentan a base de batidos y que miran con desprecio al resto de mortales. Sus
clientes predilectos suelen ser de dos tipos: gordos a los que humillar y
escurrir económicamente -es por eso que están tan cachas, de coger a gordos por
los tobillos y sacudirlos hasta que caiga el último céntimo- y tías buenas a
las que no les hace ni puta falta el gimnasio sino un buen p… peinado, peinado
quería decir.
Es curiosa la evolución de esta profesión, lo que
hace años eran profesores de gimnasia, luego se transformaron en profesores de
educación física y ahora “personal
trainers”… en fin, sigamos a lo nuestro.
No es raro ver a estos entrenadorcillos apoyados con
estudiado estilo en una máquina, hablando animadamente con… ¡Oh sorpresa! Una
chica, mientras tienen a su cliente haciendo abdominales contra una espaldera
donde a modo de motivación ha colgado un chorizo en lo alto -segundo chiste de gordos, el espectáculo continúa…-.
Normalmente estos pobres incautos -los gordos quiero
decir- van ataviados con lo último en ropa deportiva, no les falta detalle. Se han conocido incluso casos en los que, con
lo que les había costado toda la equipación podrían haberse pagado una liposucción -por no hablar de todas las
cuotas mensuales que van a pagar para nada-.
Otra de las motivaciones que lleva a la gente a los
gimnasios y en este caso concreto a las mujeres jóvenes, es a lucirse. Ya oigo los gritos: ¡Puto
machista! Pero no precipitaros, dejadme que me explique chochetes.
Son chicas de muy buen ver que no tienen bastante
con lucir palmito dos meses al año en la playa y necesitan algo más.
A mí de pequeño me enseñaron que para hacer deporte están
los chándales, y que debes ir con
una talla adecuada a tu cuerpo y lo más cómodo posible. Pues bien, los tiempos
han cambiado.
Estas chicas emplean mucho tiempo y dinero en estar
sencillamente perfectas para hacer
ejercicio. Los pantalones anchos de chándal que se los ponga tu puta madre,
ellas solo se ponen mallas bien apretaditas que no dejen absolutamente nada a
la imaginación. Raja del culo bien marcada por detrás y pezuña de camello por delante.
Top de manga corta en la parte de arriba, siempre
con ombligo al aire, imprescindible
para una buena tonificación del torso e incluso maquilladas.
Eso si, jamás te atrevas a cuestionar la vestimenta
de una chica que va al gimnasio, porque ellas no llevan eso para provocar o
estar lo más atractivas posibles, sino por comodidad,
siempre por comodidad y practicidad. ¿No habéis visto la típica peli americana
donde la chica dice: “Voy a ponerme cómoda ahora vuelvo…”? y aparece con un
conjunto de ropa interior sofisticadísimo con todos sus accesorios y que cuesta
dos horas poner y otras dos quitar, pues esto es lo mismo.
Primero eran pantalones anchos, luego mallas bien
ajustadas, dentro de poco será pintura corporal para finalmente ir
completamente desnudas al gimnasio, y pobre del degenerado que se le ocurra mirar de reojo.
Pero no acaba ahí la cosa. No se si nadie se ha
parado nunca a observar que ejercicios hacen estas mujeres, yo si, quiero decir
un amigo si -como si los tuviera- y me lo ha explicado. Siempre hacen los
ejercicios de estiramiento más
extraños posibles. Colchoneta que ven, ahí que se tumban, siempre a cuatro
patas, pierna para aquí, pierna para allá… vamos ejercicios de lo mas sencillos
y lógicos posibles, y todo el gimnasio vacío excepto las maquinas de alrededor
de la zona de las colchonetas, donde se amontonan tíos que llevan veinte
minutos repitiendo el mismo ejercicio.
¡Tú es que eres un puto cerdo de mirada sucia! Supongo que debe ser eso, porque a quien le
va a llamar la atención una chica de veintiséis años, con un top y unas mallas
ajustadas, a cuatro patas en el suelo, subiendo y bajando el culo rítmicamente…
hay que ser un puto enfermo para querer ver algo sucio en una actividad tan
pura e inocente.
Bueno, luego ya si eso iré a la comisaria a entregarme, ahora seguimos a lo nuestro.
Otro espécimen habitual de los gimnasios son los
hombres musculosos hasta decir
basta, estos individuos son empujados al gimnasio por sus ansias de más y más y
más y de paso ver si se cepillan a alguna chica de bonita pezuña. Es necesario
mencionar que todas estas personas suelen padecer la enfermedad esta que te cuartea el abdomen en forma de tableta de
chocolate, si los veis no reíros de ellos que es una enfermedad.
Son estos tíos que te humillan -sin querer claro-,
cuando tu estás en una maquina dándolo todo, levantando tus veinte kilacos, sufriendo y a punto de la embolia
y cuando finalmente acabas te levantas triunfal y llega el cachas, mira el peso
que estabas levantando, suspira y coloca la palanquita en el agujero que marca
setenta quilos. Tú te retiras a un agujero oscuro al fondo de la sala mirando
alrededor esperando que no te haya visto ninguna tía.
Fíjate como los entrenadores personales, se alejan
todo lo que pueden de estas personas, para evitar comparaciones odiosas y se centran en su harén particular de
ingenuas mozas.
Pero lo que es mas curioso de estos personajes es su
ritual de ducharse y vestirse en el vestuario. Cualquier hijo de vecino, una
vez se ha duchado y secado, se viste siempre empezando por la ropa interior y a
partir de ahí se pone ya el pantalón, la camiseta y lo que corresponda.
Las tradiciones y convencionales sociales no son
para estos musculosos hombres, ellos completamente desnudos, se secan con parsimonia, se untan de crema sus músculos,
no sea que se les escueza el culito y se visten tranquilamente empezando como
es lógico por los calcetines y los zapatos. Completamente desnudos y con los
zapatos puestos, se pasean por el vestuario hablando animadamente con unos y
otros. Tras un rato de relaciones personales, ya por fin y como es normal… se peinan.
Por último no quisiera acabar sin mencionar otro de
los grupos que acude en masa a los gimnasios de nuestro país: los viejos, también conocidos como personas
mayores.
Estos seres acuden al gimnasio -sobretodo público- básicamente
porque les sale gratis o prácticamente.
Pantalones cortos hasta los sobacos, zapatillas de deporte con calcetines bien subidos y
camiseta de “Piensos Romerales” -también se pueden encontrar otras combinaciones
tales como camisa a cuadros con
pantalón de chándal-, acuden raudos al gimnasio siempre a primerísima hora. Sus
máquinas predilectas son las cintas para correr, aunque ellos las utilicen solo
para andar, andar y hablar, sobretodo hablar con quien sea.
Gracias a Dios que la cuota del gimnasio les sale gratis o casi, porque pagar
para encerrarse en cuatro paredes a andar seria del género idiota, teniendo
calle hasta aburrir para andar gratis, de momento, porque tal como está la cosa
ya veremos cuanto dura…
También podemos encontrar abuelas pellejeras enfundadas en apretadas mallas, cual Madonna de
andar por casa, realizando unos ejercicios de estiramiento totalmente
prescindibles para ellas y para el resto de seres humanos con ojos que utiliza
el gimnasio.
Hay que matizar en este punto, que lo explicado
anteriormente sobre la pezuña de camello, debe sustituirse aquí por ardilla atropellada.
Es curioso observar como los simpáticos abuelitos, lanzan la caña a cualquier
jovencita que haya por los alrededores. Yo creo que este comportamiento se debe
a que todo lo que no han ligado de jóvenes por vergüenza o por pardillos -eso suele pasar- lo intentan ahora que
ya no tienen vergüenza ninguna, y aunque no vayan a conseguir nada, lo hacen
simplemente por quitarse el gusanillo.
Los rituales en los vestuarios de estas señoras,
afortunadamente los desconozco -si alguna mujer lectora de estas líneas quiere
aportar sus experiencias será bien recibida-
En cuanto a los hombres, no es raro observar el que
reutiliza los calzoncillos
anteriormente utilizados, como tampoco lo es ver abuelos afeitándose tranquilamente
en el vestuario, la cual cosa no digo yo que tenga que estar prohibida pero ¿No
lo puedes hacer en tu casa eso? Digo yo eh.
Me despido no sin antes anunciaros que otro día
hablaremos de un tema muy interesante y habitual: La observación de miembros masculinos de formas extrañas
en los vestuarios del gimnasio… porque eso es una cosa que hacemos todos ¿No? Y
es una cosa de lo más normal y que no tiene ninguna importancia, o eso dice mi psicólogo, el mismo que me hace
desnudar antes de cada sesión, como marca el protocolo del colegio de psicólogos
¿No? Es para desnudar el alma o algo así dice…
Das bastante pena, no sé ni por qué me molesto en contestarle a alguien tan limitado...
ResponderEliminarPor lo menos tienes imaginación, digo por lo menos, porque NADA de lo que has escrito deja de ser un tópico propio de ignorantes.
Bueno, para que existan los listos tienen que haber tontos...
Gracias por molestarte en contestar a una pregunta que nadie ha hecho. Lo que no entiendo es como puedo tener imaginación si solo escribo tópicos. Te enseñaría mi carnet del gimnasio público de mi pueblo para que vieras que todo lo que digo, por desgracia, lo he visto de primera mano, y no tengo nada en contra de los que os vestís por los calcetines y nos permitís así disfrutar más tiempo de la vista de vuestro miembro, si es eso lo que te ha molestado.
EliminarPor último me alegro de que mi existencia te permita a ti y a los listos existir, a mandar y espero verte por aquí de nuevo.
Jaja, has dado en el clavo con cada uno de los personajes.
ResponderEliminar¡Qué sencillamente grandioso! ¡Y que grande cómo les pica a los personajillos que describes! Quien se pica, ajos come, dicen, ja, ja.
ResponderEliminarsi las mujeres que van al gimnasio sin necesitarlo, es que van a buscar novio...asi de sencillo, en mi gym ha habido 2 casos de lo que dije; se apuntan, encuentran novio y se dan de baja inmediatamente; uno de los 2 casos ya tienen incluso hijos...
ResponderEliminarel artículo es sencillamente sublime y me he sentido identificado al 100%
ResponderEliminarYo que soy un asiduo y estudioso del mundo del gimnasio, es decir entrenamientos, dietas, suplementacion etc.. debo reconocer que me ha entretenido mucho lo que se ha escrito pero al mismo tiempo he de reconocer que este caballero no tiene mucha idea de lo que un gimnasio o la gente que lo habita puede representar.
ResponderEliminarEmpezaré diciendo que todas esas personas que llamas gordos llevados por personal trainers se merecen el mayor de los respetos, ya que son gente que quieren mejorar su físico, que intentan superarse cada día mas y que a menudo deben lidiar con gente como la que ha escrito este "articulo".
tambien diré para enfatizar en la ignorancia del que ha escrito esto que más respeto merecen las personas mayores que prefieren el gimnasio a hundir el culo en el sofa y ver Pasapalabra. Ah y por cierto los gimnasios estan tan llenos de gente con kilos de mas como de gente delgada que quiere tonifucar su cuerpo y ganar musculo
En cuanto a los seres musculosos de los que se habla decir que si están asi es por que llevan muchos y muchos años currandoselo y llevando un estilo de vida saludable y que todos ellos han tenido una primera vez que pisaron un gimnasio y se sintieron un poco avergonzados. Pero ahi está la magia el querer supererse cada dia mas.
Para finalizar me gustaría hacer hincapié en la eñtraña obsesion que tiene con los miembros masculinos nuestro gran redactor y su adversión al género femenino, seguramente porque las mujeres no le hacen mucho caso y lo exterioriza asi, bueno eso es positivo, no es bueno dejarlo dentro.
Y a escritor de este articulo lleno de complejos finalizo diciendole. EL QUE CRITICA SE CONFIESA. un saludo
Los personajillos que van al gimnasio no lo hacen por superarse: lo hacen por VANIDAD. Quien de verdad quiere superarse, ESTUDIA, y no se va a un antro a moverse como un neardenthal acelerado en pleno siglo XXI.
EliminarTe faltan los que solo van por decir a la mañana siguiente:
ResponderEliminarayer estuve en el gimnasio
el gimnasio en la mayoria de los casos no te hace fuerte, solo aumenta el músculo y la grasa si así lo deseas, solo es para ser hombre michelín musculoso, lo anaerobico no vale ni para definir ni tener buen cuerpo, tan solo aumentar, aparentar solo abultar (resúmen: chulos de playa), cualquier gimnasta o cualquiera que baile una disciplina difícil como el bboying... lo sabe, los que hacen natación, saltos en trampolín etc... casi nadie de esta gente se entrena en gimnasios y si van, hacen puros ejercicios aeróbicos, ese es el verdadero trabajo de tu cuerpo, flexibilidad, elasticidad, resistencia, concentración, respiración, definición a base de pequeños truquitos como lo pueden ser golpeos muy flojos en el abdomen, masajes, dietas sanas y no a base de sobrealimentación de potinges, estoy harto de ver a gente que no tiene ni puta idea y no solo me refiero a gente que va a el gimnasio que son el 98,9 por ciento, sino a ciclistas, corredores, gente que hace motocross y cosas varias... gente que generalmente ni calientan ni estiran el cuerpo después de entrenar, o gente que se mete a estirar en medio del calenton ... y luego alardean de que son la puta polla...
ResponderEliminarJo Anónimo que malo es hablar sin saber. Yo soy nadador de elite y te aseguro que en el gimnasio hacemos de todo menos ejercicios aerobicos. De eso tenemos mas que suficiente con el agua. Precisamente el gimnasio lo utilizamos para aumentar nuestra fuerza y potencia para poder trasladarla al agua y los saltadores aun hacen mas que nosotros. En cuanto a gimnastas, atletas, futbolistas, etc. Aunque no practico esos deportes, coincidimos en el gimnasio gente de diferentes modalidades y más de lo mismo.
EliminarEn cuanto a lo de no quemar con ejercicio anaerobico, Los ultimos estudios demuestran que el trabajo de pesas bien hecho (no el que va a levantar un poquito sin cansarse, me estoy refiriendo a rutinas de fuerza, potencia e hipertrofia) definen tanto o más que el trabajo aerobico. La diferencia es que el trabajo aerobico es in-situ (quemas las calorías mientras entrenas) y el trabajo de gimnasio es en recuperación (es decir quemas las calorías mientras tu cuerpo se recupera y reconstruye)
Así que a ver si nos informamos un poquito mas antes de hablar. En cuanto al articulo, lo encuentro muy bueno. Ha narrado con una excelente dosis de humor lo que se ve en la mayoría de gimansios
Yo también estoy harto de ver ignorantes como tú, si no tienes ni idea, cierra tu jodida boca y opina de lo tuyo.
EliminarNo tienes ni idea: ni de deporte, ni de alimentación, ¡siquiera como funciona el cuerpo humano! para decir sandeces como que son personas con mucha grasa y músculo, también hablas sin idea de que un atleta de natación u otros deportes no pisan un gimnasio.
En serio, penoso: tú, el redactor y algunos cuantos personajes lamentables dando su punto de vista desde la absoluta ignorancia.
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ResponderEliminarme encantas!!!! tus textos son geniales!!! me he reido muchisimo con ellos!!! vas a seguir escribiendo? hay alguna forma de poder ponerme en contacto con semejante crack??? jajaja espero que si, saludos!!!
ResponderEliminarPues yo me he reido un montón, llevo muchos años en gimnasios y hay "tópicos" de los que habla q son totalmente verdad😆 soy mujer y lo del vestuario con abuelis: se llevan mil cremas en diferentes tarros tamaño viaje en una maleta con ruedas, entrar a la ducha con calcetines de piscina antideslizantes y siempre, siempre siempre al salir d la ducha se secan la "ardilla" 🤣 delante tuyo, por esto de q somos mujeres y "hay confianza" pero no se dan cuenta de q hay cosas que es mejor no enseñar ni ver😣. Despues,siempre hablan de la temperatura del agua con su amiga, si les gusta o si no, la temperatura del agua es fundamental y pueden hablar bien o quejarse de ella casi todo el rato hasta q se visten. Y al finalizar se echan colonia al aire para q tu también la mastiques. Y sólo hay dos opciones "gotas de oro" de hace 10años O chanel n5
ResponderEliminarP.d. no es machismo, yo he visto endometrios de mujeres con solo hacer patada de polea con la mallabraga ultra corta que llevan algunas. Y no, no som cómodas. A mi no me mola que se me pegue el culo o la piel a un asiento pq el pantalón sea muy corto asi que..sí, es por zorrear y enseñar cacho ya sea con celulitis o sin ella,es irrelevante eso. 🤦♀️