Olvida a su
bebé sobre el techo del coche.
La joven Catalina
Clouser de 19 años de edad - que como podréis observar en la fotografía se
trata de la chica de “la he liao parda” versión americana-, salía de casa de
unos amigos donde había estado alegremente fumando unos porretes.
Se metió en su coche para marcharse a casa, sin
darse cuenta que había dejado en el techo del mismo a su hijo sentado en el asiento de seguridad para niños -algo es algo-.
La Policía de Phoenix
encontró al niño tirado en la carretera, que se había caído en un cruce.
En esta misma noticia se confirman dos de mis más
antiguas reivindicaciones. La
primera es que no puede ser que cualquiera pueda adquirir el carnet de
conducir, porque luego pasa lo que pasa y lo podemos comprobar cada día en
nuestras carreteras. No hay gilipollas
integral que no tenga coche, y el tamaño y la potencia del vehículo van en
proporción a la imbecilidad de su conductor. Prácticamente ninguno sabe leer ni
escribir pero todos han aprobado el examen teórico del carnet de conducir.
La segunda reivindicación o propuesta que hago es la
esterilización de individuos no
aptos para la procreación. Pero esto es difícilmente comprobable a según que
edades diréis algunos, o como podemos saber a quién tenemos que esterilizar,
preguntaréis.
Solo tengo una respuesta:
observar la foto de Catalina.
Una mujer que se pinta el pelo como un “Fraggle Rock” no está capacitada para tener descendencia y es por eso que las mujeres decentes se pintan el pelo de colores extraños cuando llegan a los sesenta y pico años y ya tienen criados a sus hijos. Pero el debate de porque las viejas de nuestro país se cortan el pelo y se lo tiñen de colores raros, lo trataremos otro día.
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