Ya están aquí, un año más, las fiestas más sobrevaloradas de España: ¡Las Fiestas de San Fermín!
Para los de fuera de España y para los españolitos que no sabéis lo que son los sanfermines, si es que hay alguno, os haré un breve y ofensivo resumen, sobre todo ofensivo.
Las Fiestas de San Fermín son una celebración en honor a San Fermín de Amiens que tienen lugar en Pamplona, Navarra. ¿Qué quién era el tal San Fermín? Pues era un religioso de los de la vieja escuela, de los que a diferencia de los de ahora al menos tenían la costumbre de morir decapitados.
Las borracheras, perdón, quería decir: las fiestas, comienzan con el lanzamiento del chupinazo, -un petardo muy gordo- el 6 de julio y terminan el 14 de julio cantando al unísono una canción de despedida, como buenos borrachos.
Una de las actividades más famosas de los festejos, a parte de emborracharse como una cuba, es el encierro, que consiste en correr como un gilipollas delante, detrás, al lado o debajo de toros de cuatrocientos quilos, hasta la plaza.
Para entendernos: Los encierros son como una erección matutina, empiezan bien pronto por la mañana nada más levantarse y ninguna de las dos acaba en corrida.
La única gracia de estos encierros es ver por televisión el resumen de las cogidas y los pisotones que los morlacos propinan a algún mozo que otro. Para mi gusto hay pocos incidentes. Yo propongo que en lugar de cinco o seis toros corriendo con doscientas personas, fueran cinco o seis gilipollas contra doscientos toros. El problema sería hacer el casting para solo quedarse con cinco o seis gilipollas. La gran mayoría se quedarían fuera y seria una pena.
Ni Chupinazos, ni Encierros ni hostias en vinagre. Lo único que importa es estar borracho como una cuba desde el primer hasta el ultima día de las fiestas haciendo el idiota con un pañuelito rojo en el cuello. Esto último es fundamental porque es lo único que distingue a un puto borracho de un mozo disfrutando de las fiestas de interés cultural de su bella localidad. Y no os penséis que el color es un color como podría ser otro cualquiera escogido al azar, no señores no, es porque el color rojo es el que mejor disimula las manchas de calimocho y vomitado.
Últimamente lo que más está destacando en estas bonitas y absurdas fiestas es el alarmante aumento de casos de acosos y violaciones a mujeres. Todo empezó hace alguno años cuando a algunas chicas sobrias no se les ocurrió mejor idea que a hombros de sus amigos, novios o conocidos en general, enseñar sus bellos pechos a toda la audiencia presente. Esto podría parecer algo gracioso y espontaneo. ¿A quien no le gusta ver tetas gratis de vez en cuando? Pero la cosa ha ido degenerando.
Antes de que se abalancen los defensores de la moral y lo políticamente correcto - si es que queda alguno de esos que entra aquí y si es así... Fuera! No eres bienvenido!- quiero aclarar que con esto no estoy diciendo que por que una tía enseñe las tetas ante doscientos tíos borrachos esté justificado acosarla. Solo estoy diciendo que esa tía en concreto es idiota. Nada más y nada menos. Y los tíos que la acosen son idiotas y delincuentes. Como tampoco está justificado que un león me tenga que devorar porque me meta en su jaula desnudo y envuelto en carne de gacela. No estaría justificado pero pasa. En ese caso simple y llanamente yo seria lo que se conoce como un gilipollas. Y recordad un matiz muy importante que no suelen destacar en los medios por que no es políticamente correcto: Una cosa puede no estar justificada pero por desgracia suele pasar a consecuencia de algo.
Aclarado esto, el problema es que todo este despelote ha acabado como era de esperar. ¿Que se consigue si juntas a un puñado de tíos y tías borrachas? Pues... "Mujeres, hombres y viceversa", "Ciudadanos" o denuncias por acoso y violación.
Pero no se de que se sorprende la gente. Una fiesta que está dedicada a un religioso, a un obispo, a un santo... lo más normal es que se conmemore violando a gente. Aunque para ser más fieles -nunca mejor dicho- y honrar mejor a lo religioso habría que violar a niños y niñas. En ese caso se podrían hacer encierros con cinco o seis niños desnuditos siendo perseguidos por doscientos curas borrachos y drogados. Ah no calla, que esto ya se hace, se llama "Maristas" y se celebra en Barcelona.
Y con esto y un bizcocho, me retiro a mi cueva a esperar las denuncias. Por suerte estoy a salvo de la Iglesia, tengo pelos en las piernas. Viva San Fermín! Gora San Fermín!
"Por unas fiestas libres de agresiones sexistas". NO significa NO ¡Hijo de puta!
Para los de fuera de España y para los españolitos que no sabéis lo que son los sanfermines, si es que hay alguno, os haré un breve y ofensivo resumen, sobre todo ofensivo.
Las Fiestas de San Fermín son una celebración en honor a San Fermín de Amiens que tienen lugar en Pamplona, Navarra. ¿Qué quién era el tal San Fermín? Pues era un religioso de los de la vieja escuela, de los que a diferencia de los de ahora al menos tenían la costumbre de morir decapitados.
Las borracheras, perdón, quería decir: las fiestas, comienzan con el lanzamiento del chupinazo, -un petardo muy gordo- el 6 de julio y terminan el 14 de julio cantando al unísono una canción de despedida, como buenos borrachos.
Una de las actividades más famosas de los festejos, a parte de emborracharse como una cuba, es el encierro, que consiste en correr como un gilipollas delante, detrás, al lado o debajo de toros de cuatrocientos quilos, hasta la plaza.
Para entendernos: Los encierros son como una erección matutina, empiezan bien pronto por la mañana nada más levantarse y ninguna de las dos acaba en corrida.
La única gracia de estos encierros es ver por televisión el resumen de las cogidas y los pisotones que los morlacos propinan a algún mozo que otro. Para mi gusto hay pocos incidentes. Yo propongo que en lugar de cinco o seis toros corriendo con doscientas personas, fueran cinco o seis gilipollas contra doscientos toros. El problema sería hacer el casting para solo quedarse con cinco o seis gilipollas. La gran mayoría se quedarían fuera y seria una pena.
Ni Chupinazos, ni Encierros ni hostias en vinagre. Lo único que importa es estar borracho como una cuba desde el primer hasta el ultima día de las fiestas haciendo el idiota con un pañuelito rojo en el cuello. Esto último es fundamental porque es lo único que distingue a un puto borracho de un mozo disfrutando de las fiestas de interés cultural de su bella localidad. Y no os penséis que el color es un color como podría ser otro cualquiera escogido al azar, no señores no, es porque el color rojo es el que mejor disimula las manchas de calimocho y vomitado.
Últimamente lo que más está destacando en estas bonitas y absurdas fiestas es el alarmante aumento de casos de acosos y violaciones a mujeres. Todo empezó hace alguno años cuando a algunas chicas sobrias no se les ocurrió mejor idea que a hombros de sus amigos, novios o conocidos en general, enseñar sus bellos pechos a toda la audiencia presente. Esto podría parecer algo gracioso y espontaneo. ¿A quien no le gusta ver tetas gratis de vez en cuando? Pero la cosa ha ido degenerando.
Antes de que se abalancen los defensores de la moral y lo políticamente correcto - si es que queda alguno de esos que entra aquí y si es así... Fuera! No eres bienvenido!- quiero aclarar que con esto no estoy diciendo que por que una tía enseñe las tetas ante doscientos tíos borrachos esté justificado acosarla. Solo estoy diciendo que esa tía en concreto es idiota. Nada más y nada menos. Y los tíos que la acosen son idiotas y delincuentes. Como tampoco está justificado que un león me tenga que devorar porque me meta en su jaula desnudo y envuelto en carne de gacela. No estaría justificado pero pasa. En ese caso simple y llanamente yo seria lo que se conoce como un gilipollas. Y recordad un matiz muy importante que no suelen destacar en los medios por que no es políticamente correcto: Una cosa puede no estar justificada pero por desgracia suele pasar a consecuencia de algo.
Aclarado esto, el problema es que todo este despelote ha acabado como era de esperar. ¿Que se consigue si juntas a un puñado de tíos y tías borrachas? Pues... "Mujeres, hombres y viceversa", "Ciudadanos" o denuncias por acoso y violación.
Pero no se de que se sorprende la gente. Una fiesta que está dedicada a un religioso, a un obispo, a un santo... lo más normal es que se conmemore violando a gente. Aunque para ser más fieles -nunca mejor dicho- y honrar mejor a lo religioso habría que violar a niños y niñas. En ese caso se podrían hacer encierros con cinco o seis niños desnuditos siendo perseguidos por doscientos curas borrachos y drogados. Ah no calla, que esto ya se hace, se llama "Maristas" y se celebra en Barcelona.
Y con esto y un bizcocho, me retiro a mi cueva a esperar las denuncias. Por suerte estoy a salvo de la Iglesia, tengo pelos en las piernas. Viva San Fermín! Gora San Fermín!
"Por unas fiestas libres de agresiones sexistas". NO significa NO ¡Hijo de puta!
