Comienza el
juicio contra la sueca sospechosa de tener sexo con esqueletos humanos
Sinceramente no sé que diferencia hay entre lo que
hace esta mujer y lo que hacen los hombres que salen con modelos. Bueno si, que las modelos están más delgadas.
Es lo segundo peor que han hecho los suecos después
de los muebles infernales e imposibles de montar.
A la mujer se le acusa de perturbar la paz de los
muertos, un delito castigado con hasta dos años de cárcel según la legislación sueca. La verdad es que no creo que los
muertos notarán mucho esa perturbación y según se ha podido saber no ofrecieron
mucha resistencia.
La acusada ha declarado: “La culpa es de sus padres
que los visten como putas”.
En el ordenador de la acusada se encontró una
confesión escrita con el título “Mi necrofilia”, en la que se confiesa
necrófila desde que era una niña.
Sus padres empezaron a notar algo raro, cuando la
niña se subía las raspas de las sardinas a su habitación. Su merienda favorita
eran los huesitos y se ponía muy perraca cada vez que veía los Simpson y salía el
actor secundario Mel. El perro de esa casa pasaba mucha mucha hambre.
En el inicio del juicio ha declarado que su afición
por los esqueletos obedece a un interés histórico y que no los ha tratado de
forma vejatoria. Bueno, es de
agradecer aunque yo hubiera esgrimido una excusa menos patillera, como por
ejemplo que lo hacia porque estaba falta de calcio.
La mujer nunca ha ejercido una actividad profesional
y vive de la ayuda de los servicios sociales, vamos que podría ser española perfectamente.
Como reflexión demagógica
y gratuita final diré que es curioso que una mujer que se ha cepillado a un
esqueleto pueda pasar dos años en la cárcel y un cura que ha violado a treinta
y siete niños se vaya de rositas.
Así que ya sabéis ciudadanos de este país de
pandereta, si cometéis un delito aseguraros de hacérselo a un vivo, nunca jamás
a un muerto o sufriréis todo el peso de la ley.
Si os ha
gustado este artículo o al menos no os repugna no olvidéis votarme en los
premios 20Blogs. Es triste pedir, pero más triste es robar.
Lo que pasó es que esta mujer, ya los conocía, a los muertos, cuando eran vivos y muchos que la conocieron, aseguraron que no tendrían sexo con ella ni muertos!!
ResponderEliminar