martes, 7 de enero de 2014

ODIO A LOS NIÑOS


Odio a los niños.  Odio a esos egoístas, maleducados, ruidosos y molestos pequeños seres. Cuya única función es devorar a sus padres mientras dan por culo a cualquier ser humano en un radio de tres kilómetros.

Todo empieza cuando una joven y feliz pareja,- normalmente más joven que feliz- decide traer una criatura al mundo. Y mi pregunta sería… ¿Por qué? Y la respuesta normalmente suele ser… porque sí. La verdad es que no suele ser una decisión que se recapacite demasiado, al fin y al cabo tampoco es tan importante, no es como decidir que móvil o que coche te compras, solo es un puto niño joder.

Que los futuros padres llevan como pareja apenas un par de años juntos… ¡Lo importante es que nos queremos! Que aún ni siquiera viven juntos… ¡La convivencia es fácil habiendo amor! Que están los dos en el paro… ¡Los niños vienen con un pan debajo del brazo!

Pues eso joder, no seáis agoreros, que solo es traer al mundo un ser humano totalmente dependiente durante los próximos dieciocho años. Luego ya si eso le daremos un hermanito para que no esté tan solo. Y si la cosa sale mal siempre nos quedará Aguado.

¿A qué edad es recomendable tener el primer hijo? La respuesta es tan evidente como inexistente en la mayoría de casos: Cuando se pueda. ¿Y cuándo es eso? Cuando tengas la estabilidad adecuada con tu pareja, un lugar más o menos estable donde vivir, los ingresos suficientes y… -esto ya es opcional por lo difícil de encontrar- la cabeza en su sitio.

Si nos atenemos a los hechos, la corta edad de los padres suele ser directamente proporcional a la inteligencia y formación académica de los mismos.

Pero no nos entretengamos más y avancemos en la narración. Ya lo hemos pensado todo cinco minutos y hemos decidido que estamos listos para ser padres. Nos ponemos a follar como locos -para la mayoría de hombres este es el momento de la vida en que más vais a follar- . Si tenéis suerte amigos, la cosa costará un poquito y tendréis unos meses de rellenar el pavo a placer. Creo que me ha quedado un poco ordinario… correrse dentro quería decir. Y si sois unos desgraciados vuestra mujer se quedará embarazada en el primer intento. En cualquier caso aprovechar estos días porque en cuanto nazca la criatura se os acabó el rollo.

El bichillo ha hecho diana y la señora está en estado de buena esperanza. Que bonito joder… Aunque yo soy más fan del estar en cinta para poder hacer la broma del cuando esté en cd me avisas… jajaja ¡La bomba! También podéis decir: estar en estado, o si sois más burracos: estar preñada.

Los nueve meses que vienen a continuación son preciosos, encantadores, maravillosos, ilusionantes… o si lo preferís: Un puto infierno.

Nueve meses durante los cuales tu mujer es el centro de atención, todo es por y para ella. Sus deseos son órdenes. También es probable que no le apetezca demasiado hacer el amor por molestias físicas… En resumen, nueve meses en los que no hay ninguna diferencia con el resto de meses que hayas estado con ella. Bueno si, durante estos nueve meses no puedes quejarte porque todo lo que ella te pida es con razón. En cambio el resto de vuestras vidas…

Durante el embarazo es probable que la mujer tenga antojos. ¿Qué, que son los antojos, amigo novato? Pues nada, ¿Qué cojones van a ser? Un puto invento más de las mujeres para comer lo que le salga del higo. Pero esta vez con la terrible amenaza de que o satisfaces sus antojos o tu hijo nacerá con una aterradora marca... No, con el Marca bajo el brazo no… ¡Tan aterrador no es joder! Y si has tenido un hijo con Roncero te jodes, haber pedido muerte.

Lo bueno es que al menos mientras el niño está en la barriga de su madre no cuesta un duro, tiene techo y comida gratis… JAJAJAJAJAJAJAJA

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

Perdón ya paro… JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

Ya, ya… Ya está… JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

Snif, snif… Hay mi barriga, me duele….

Ya estoy bien ya, continúo. ¿Por dónde íbamos? ¡A sí! Pues eso, que durante los nueve meses de embarazo tenéis que gastaros el dinero igual o más ¡Idiotas!

Tenéis que preparar la habitación. A poder ser lo antes posible y lo más extravagante posible. Comprar el carro del niño, la cuna. Ropa, o ropita como tenéis que decirlo ahora.

Hasta aquí más o menos lo previsible. Pero ahora vienen las absurdidades e inventos varios. Humidificadores, calentadores de biberones, esterilizadores, portadores extraños de bebés, sillitas para el coche, tronas varias… Y no nos olvidemos del milagroso ácido fólico. ¿Qué es eso? Pues nadie lo sabe pero desde que lo inventaron hace unos años es vital para el desarrollo de la raza humana.

Cuando veáis a la embarazada, si no queréis morir recordad siempre este mantra: ¡Que bien te sienta el embarazo! ¡Estás estupenda! Repetidlo y repetidlo hasta la muerte.

Por fin llega el parto. Que por lo que yo sé es cosa de cinco minutos, pim pam y fuera. No sé para qué tanto rollo… Lo principal aquí es sobretodo retransmitir el parto por whatsapp. Y según nos han explicado las películas americanas el marido debe entrar cámara en mano sí o sí. Agarrar la mano de su mujer y gritar: Empuja, empuja, respira, respira. No está de más tampoco un desmayito final.

Mientras, en la sala de espera entre los familiares expectantes no deben faltar las rememoraciones de los partos de las mujeres con más experiencia de la tribu. Competiciones sobre que parto duró más, cual fue más duro, etc. etc. No puede faltar tampoco el comentario del padre o suegro de la parturienta de: … esto parece el parto de la burra. Bonito porque sí.

Con el niño ya en el mundo empieza la aventura. Si sois unos padres guays como Dios manda debéis ponerle un nombre guay al hijo. Nada de Carlos, Jesús, María, Laura… eso es para pringaos. Nombres extranjeros, que signifiquen algo en indio, japonés o lapón como… “El que lucha”, “Amiga de las artes”, “El deseado” y mierdas así, eso es lo que toca.

Si sois más del lado choni y/o gitanil podéis apostar por los nombres vascos, tan de moda en estos ambientes… Iker, Unai, Aitor, Nerea, Izaskun…

Otra cosa muy molona es ver a padres jóvenes que llevan al hijo con la crestita en la cabeza. Imprescindible. Otro nivel son las coletillas esas de ratas que dan ganas de cortársela con unas tijeras para a continuación clavársela en un ojo al padre.

En estas primeras etapas las criaturas aún son graciosillas y los odiosos son los padres. Padres estresados con un único niño que no hace nada más que estar todo el día tumbado durmiendo y cagando.  Padres desaliñados, que llevan semanas sin ducharse y a punto del infarto. Pero si en algo valoras tu vida jamás de los jamases se os ocurra darles un consejo, porque moriréis. Siempre después de la palmadita en la espalda y la cantinela de… “Ya te tocará a ti ya…” Como si tú estuvieras obligado a hacer las cosas como el puto culo como ellos y volverte imbécil como ellos.

El niño va creciendo, aprende a hablar y caminar y ya está listo para enfrentarse al mundo, ya está listo para dar por culo al mundo.

Y aquí entráis vosotros amigos, porque seáis o no padres vuestra obligación moral es aguantar a todos los niños de los demás, y sin rechistar eh!

En este aspecto, como en tantos otros, los niños con muy parecidos a los perros. No puedes criticar el mal comportamiento de un perro sin quedar como un Hitler que odia a los animales. Con los niños sucede algo muy parecido. Si un niño ajeno te incordia, jamás se te ocurra quejarte o serás un Herodes que desayuna niños por las mañanas.

Si entráis a tomar algo en un bar o restaurante, alejaros todo lo que podáis de mesas con niños. O será vuestra muerte.

Muerte que merecen todos los padres que se sientan tranquilamente a tomar una cervecita mientras los niños, SUS niños, corren y molestan a todo bicho viviente en doscientos metros a la redonda. Niños sin vigilancia de sus progenitores. ¿Para qué? Si les secuestran son desgracias del destino, si les atropella un coche es por culpa del conductor o porque faltaba un semáforo, si se caen por un pozo será porque el pozo no está señalizado, si lo abduce un ovni es porque el local no disponía de la obligada seguridad anti ovnis…

Es lo guay de los hijos. Todo lo malo que les pase nunca es responsabilidad de los padres. ¡Viva y Bravo! Siempre será culpa de terceros o en su defecto del gobierno estatal, autonómico, ayuntamiento o cualquier otro ente público.

Y que me decís de esa bella escena en que la madre con todo su chocho sentada en un banco del parque, grita a distancia al niño para que no haga algo malo. ¡Hija de puta! ¡Levántate y pégale una hostia a tu hijo puta zorra!

En fin… ¡Parid! ¡Parid amigas odiosas! Parid y llenad el mundo de pequeños demonios sin educación. De educarlos ya se encargaran los profesores y la tele. Vosotras preocuparos de las cosas importantes, que ropa lleva, que peinado y que nombre le ponéis.

Y recordad una cosa muy importante que se me olvidaba… Si de verdad queréis a vuestros hijos tatuaros su nombre. Si no hacéis eso no sois buenos padres. Cuantos más tatuajes tengáis, más querréis a vuestros hijos. Lo que después lleguen a ser en la vida ya no está en vuestras manos, son las influencias que son muy malas…