Una niña, expulsada de un restaurante
KFC porque sus cicatrices "asustaban a los clientes"
Si se trata de echar de los restaurantes a la gente que con su cara asusta a los clientes, lo llevo claro para comer a partir de ahora.
Me parece
muy injusto esto que le ha pasado a esta niña, porque hasta donde yo he podido
comprobar, los KFC no se caracterizan por disponer de una clientela de gente
muy guapa que digamos. Como sigan así nadie va a entrar a comerse el gato
rebozado ese que venden, metido en una caja con el dibujo de un viejo
pervertido.
Aunque para
ser realistas hay que decir que más que por asustar a los clientes, la debieron
echar por dar asco a los clientes, seamos claros, claros y ofensivos que esa es
la gracia. Y la verdad es que viendo la foto de la niña en cuestión… algo de
grimilla sí que da. Y seguramente será una bellísima persona eh, pero cógete el
pollo para llevar y te lo comes en tu casa viendo el Pocoyo o Fredy Krugger.
El caso es
que la niña tiene la cara desfigurada porque sufrió hace un tiempo el ataque de
tres pitbulls. Si, ya sé que es espantoso y que no os imagináis un terror
mayor, ¡Pero ojo! antes de que os retorzáis de dolor he de aclarar que no le
atacaron tres cantantes calvos, con gafas de sol y pantalones hasta los
sobacos, no, eran tres perros. Mis amigos los perros… siempre tan útiles y
necesarios en nuestras ciudades... Si ya se…
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Pero no todo
van a ser malas noticias. Debido a este incidente, KFC ha indemnizado a la niña
con 22.000 euros. Oye no está mal, yo nunca me he llevado un duro por ir a
comer a ningún sitio con este careto que Dios me ha dado. Ni tampoco me han
indemnizado nunca en el KFC, y eso que me he comido su pollo, y pagando eh.
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