Odio a los niños. Odio a esos egoístas, maleducados, ruidosos y
molestos pequeños seres. Cuya única función es devorar a sus padres mientras
dan por culo a cualquier ser humano en un radio de tres kilómetros.
Todo empieza cuando una joven y feliz pareja,- normalmente
más joven que feliz- decide traer una criatura al mundo. Y mi pregunta sería…
¿Por qué? Y la respuesta normalmente suele ser… porque sí. La verdad es que no
suele ser una decisión que se recapacite demasiado, al fin y al cabo tampoco es
tan importante, no es como decidir que móvil o que coche te compras, solo es un
puto niño joder.
Que los futuros padres
llevan como pareja apenas un par de años juntos… ¡Lo importante es que nos
queremos! Que aún ni siquiera viven juntos… ¡La convivencia es fácil habiendo
amor! Que están los dos en el paro… ¡Los niños vienen con un pan debajo del
brazo!
Pues eso joder, no seáis agoreros, que solo es traer
al mundo un ser humano totalmente dependiente durante los próximos dieciocho
años. Luego ya si eso le daremos un hermanito para que no esté tan solo. Y si
la cosa sale mal siempre nos quedará Aguado.
¿A qué edad es
recomendable tener el primer hijo? La respuesta es tan evidente como
inexistente en la mayoría de casos: Cuando se pueda. ¿Y cuándo es eso? Cuando
tengas la estabilidad adecuada con tu pareja, un lugar más o menos estable
donde vivir, los ingresos suficientes y… -esto ya es opcional por lo difícil de
encontrar- la cabeza en su sitio.
Si nos atenemos a los hechos, la corta edad de los
padres suele ser directamente proporcional a la inteligencia y formación
académica de los mismos.
Pero no nos entretengamos más y avancemos en la
narración. Ya lo hemos pensado todo cinco minutos y hemos decidido que estamos
listos para ser padres. Nos ponemos a follar
como locos -para la mayoría de hombres este es el momento de la vida en que más
vais a follar- . Si tenéis suerte amigos, la cosa costará un poquito y tendréis
unos meses de rellenar el pavo a
placer. Creo que me ha quedado un poco ordinario… correrse dentro quería decir.
Y si sois unos desgraciados vuestra mujer se quedará embarazada en el primer
intento. En cualquier caso aprovechar estos días porque en cuanto nazca la
criatura se os acabó el rollo.
El bichillo ha hecho diana y la señora está en
estado de buena esperanza. Que bonito joder… Aunque yo soy más fan del estar en
cinta para poder hacer la broma del cuando esté en cd me avisas… jajaja ¡La
bomba! También podéis decir: estar en estado, o si sois más burracos: estar preñada.
Los nueve meses que vienen a continuación son
preciosos, encantadores, maravillosos, ilusionantes… o si lo preferís: Un puto infierno.
Nueve meses durante los cuales tu mujer es el centro
de atención, todo es por y para ella. Sus deseos son órdenes. También es
probable que no le apetezca demasiado hacer el amor por molestias físicas… En
resumen, nueve meses en los que no hay ninguna diferencia con el resto de meses
que hayas estado con ella. Bueno si, durante estos nueve meses no puedes
quejarte porque todo lo que ella te pida es con razón. En cambio el resto de
vuestras vidas…
Durante el embarazo es probable que la mujer tenga antojos. ¿Qué, que son los antojos,
amigo novato? Pues nada, ¿Qué cojones van a ser? Un puto invento más de las
mujeres para comer lo que le salga del higo. Pero esta vez con la terrible
amenaza de que o satisfaces sus antojos o tu hijo nacerá con una aterradora
marca... No, con el Marca bajo el
brazo no… ¡Tan aterrador no es joder! Y si has tenido un hijo con Roncero te
jodes, haber pedido muerte.
Lo bueno es que al menos mientras el niño está en la
barriga de su madre no cuesta un duro, tiene techo y comida gratis…
JAJAJAJAJAJAJAJA
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
Perdón ya paro…
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
Ya, ya… Ya está…
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
Snif, snif… Hay mi barriga, me duele….
Ya estoy bien ya, continúo. ¿Por dónde íbamos? ¡A
sí! Pues eso, que durante los nueve meses de embarazo tenéis que gastaros el
dinero igual o más ¡Idiotas!
Tenéis que preparar la habitación. A poder ser lo antes posible y lo más extravagante
posible. Comprar el carro del niño, la cuna. Ropa, o ropita como tenéis que
decirlo ahora.
Hasta aquí más o menos lo previsible. Pero ahora
vienen las absurdidades e inventos varios. Humidificadores, calentadores de
biberones, esterilizadores, portadores extraños de bebés, sillitas para el
coche, tronas varias… Y no nos olvidemos del milagroso ácido fólico. ¿Qué es eso? Pues nadie lo sabe pero desde que lo
inventaron hace unos años es vital para el desarrollo de la raza humana.
Cuando veáis a la embarazada, si no queréis morir recordad siempre este mantra: ¡Que
bien te sienta el embarazo! ¡Estás estupenda! Repetidlo y repetidlo hasta la
muerte.
Por fin llega el parto. Que por lo que yo sé es cosa
de cinco minutos, pim pam y fuera. No sé para qué tanto rollo… Lo principal
aquí es sobretodo retransmitir el parto por whatsapp. Y según nos han explicado las películas americanas el
marido debe entrar cámara en mano sí o sí. Agarrar la mano de su mujer y
gritar: Empuja, empuja, respira, respira. No está de más tampoco un desmayito
final.
Mientras, en la sala de espera entre los familiares
expectantes no deben faltar las rememoraciones de los partos de las mujeres con
más experiencia de la tribu.
Competiciones sobre que parto duró más, cual fue más duro, etc. etc. No puede
faltar tampoco el comentario del padre o suegro de la parturienta de: … esto
parece el parto de la burra. Bonito porque sí.
Con el niño ya en el mundo empieza la aventura. Si sois
unos padres guays como Dios manda debéis ponerle un nombre guay al hijo. Nada de Carlos, Jesús, María, Laura… eso es
para pringaos. Nombres extranjeros, que signifiquen algo en indio, japonés o lapón
como… “El que lucha”, “Amiga de las artes”, “El deseado” y mierdas así, eso es
lo que toca.
Si sois más del lado choni y/o gitanil podéis
apostar por los nombres vascos, tan de moda en estos ambientes… Iker, Unai,
Aitor, Nerea, Izaskun…
Otra cosa muy molona es ver a padres jóvenes que
llevan al hijo con la crestita en la
cabeza. Imprescindible. Otro nivel son las coletillas esas de ratas que dan
ganas de cortársela con unas tijeras para a continuación clavársela en un ojo
al padre.
En estas primeras etapas las criaturas aún son graciosillas y los odiosos son los
padres. Padres estresados con un único niño que no hace nada más que estar todo
el día tumbado durmiendo y cagando. Padres desaliñados, que llevan semanas sin
ducharse y a punto del infarto. Pero si en algo valoras tu vida jamás de los
jamases se os ocurra darles un consejo, porque moriréis. Siempre después de la
palmadita en la espalda y la cantinela de… “Ya te tocará a ti ya…” Como si tú estuvieras
obligado a hacer las cosas como el puto culo como ellos y volverte imbécil como ellos.
El niño va creciendo, aprende a hablar y caminar y
ya está listo para enfrentarse al mundo, ya está listo para dar por culo al mundo.
Y aquí entráis vosotros amigos, porque seáis o no
padres vuestra obligación moral es aguantar a todos los niños de los demás, y
sin rechistar eh!
En este aspecto, como en tantos otros, los niños con
muy parecidos a los perros. No puedes criticar el mal comportamiento de un
perro sin quedar como un Hitler que
odia a los animales. Con los niños sucede algo muy parecido. Si un niño ajeno
te incordia, jamás se te ocurra quejarte o serás un Herodes que desayuna niños por las mañanas.
Si entráis a tomar algo en un bar o restaurante,
alejaros todo lo que podáis de mesas con niños. O será vuestra muerte.
Muerte que merecen todos los padres que se sientan
tranquilamente a tomar una cervecita mientras los niños, SUS niños, corren y
molestan a todo bicho viviente en doscientos metros a la redonda. Niños sin vigilancia de sus progenitores. ¿Para qué?
Si les secuestran son desgracias del destino, si les atropella un coche es por
culpa del conductor o porque faltaba un semáforo, si se caen por un pozo será
porque el pozo no está señalizado, si lo abduce un ovni es porque el local no disponía
de la obligada seguridad anti ovnis…
Es lo guay de los hijos. Todo lo malo que les pase
nunca es responsabilidad de los padres. ¡Viva
y Bravo! Siempre será culpa de terceros o en su defecto del gobierno estatal,
autonómico, ayuntamiento o cualquier otro ente público.
Y que me decís de esa bella escena en que la madre con
todo su chocho sentada en un banco
del parque, grita a distancia al niño para que no haga algo malo. ¡Hija de
puta! ¡Levántate y pégale una hostia a tu hijo puta zorra!
En fin… ¡Parid! ¡Parid amigas odiosas! Parid y
llenad el mundo de pequeños demonios sin educación. De educarlos ya se
encargaran los profesores y la tele.
Vosotras preocuparos de las cosas importantes, que ropa lleva, que peinado y
que nombre le ponéis.
Y recordad una cosa muy importante que se me
olvidaba… Si de verdad queréis a vuestros hijos tatuaros su nombre. Si no hacéis eso no sois buenos padres. Cuantos
más tatuajes tengáis, más querréis a vuestros hijos. Lo que después lleguen a
ser en la vida ya no está en vuestras manos, son las influencias que son muy
malas…