Hacienda
reclama 17.000 euros a un niño cuyo padre se suicidó tras arruinarse
Lo primero que te viene a la cabeza al leer este
titular es: ¡Vaya panda de hijos de puta!
Pero eso sería caer en el recurso fácil y como a mí me encanta lo fácil pues que
coño… ¡Vaya panda de hijos de puta!
El caso es que hacienda tiene en su punto de mira a Bárcenas,
La Infanfa Cristina, Messi y ahora este niño de Galicia cuyo padre se suicidó
al quebrar la empresa de venta de pararrayos
que regentaba.
Quien iba a imaginar que podía quebrar una empresa
de venta de pararrayos… Yo creo que el hombre cuando ya tenía toda la empresa
montada y empezó a llegarle la mercancía al verla exclamó: ¡Ay qué carallo! ¿Esto son pararrayos? Si yo me refería a los pájaros
esos grandes de colores. ¿Ahora qué hago con todas las jaulas que tengo
montadas?
El caso es que las últimas palabras del pobre hombre
fueron: “Que me parta un rayo si no saco esta empresa adelante”.
El protagonista en cuestión se ahorcó. Me parece poco profesional que vendiendo pararrayos se
suicide ahorcándose. Es como si un tío que fabrica cuerdas se suicide metiendo
los dedos en el enchufe. En la vida hay que ser un poco más coherentes.
Pero lo que más me ha llamado la atención de esta
noticia es la redacción de la noticia en sí: “…La madre del pequeño, Ana Belén González Iglesias, no da crédito. Y nunca mejor dicho, porque…” Esta frase no es cosecha mía, está extraída literalmente
del medio de comunicación serio que da la noticia.
Habría que recordar al periodista que ha escrito la
noticia que está hablando de una señora que acaba de perder a su marido porque
se ha ahorcado, tras la quiebra de su empresa. Y lo que es más importante: ¡No
me chafen las bromas cabrones!
Puedes leer la noticia completa en:
http://www.lavanguardia.com/sucesos/20130617/54375715464/hacienda-reclama-17-000-euros-nino-padre-suicido-tras-arruinarse.html