jueves, 24 de enero de 2013

LA NOTICIA ODIOSA DE HOY (...O DE AYER) (66)


“Debemos dejar que se den prisa y se mueran”

Hoy os quiero presentar a uno de mis más fieles lectores: El señor Taro Aso, ministro de finanzas japonés.

A este pobre hombre se le ha injuriado y maltratado simplemente por insinuar que las personas mayores, también denominados viejos, suponen una carga para la economía del país.

“Que se den prisa y se mueran” añadió el señor Taro a modo de chascarrillo.
Sinceramente no sé dónde está la polémica. No ha dicho nada que no sea verdad. Lo que sí me parece imperdonable y vergonzoso es que este ministro tiene 72 años, por lo que debería dar ejemplo y ser el primero en morir.

Por otro lado se agradecería un poco más de instrucciones por parte del Ministerio en cuestión, ya que la orden de darse prisa y morir es un poco ambigua.
¿Cómo se da uno prisa en morir exactamente? Porque si hay algo que precisamente no tengan los viejos aparte de educación y dientes es prisa. A no ser que estén repartiendo algo gratuito en la calle. La profesión de repartidor de diarios gratuitos está considerada de alto riesgo.

¿Cómo se puede dejar morir un viejo? O ¿Cómo podría suicidarse un viejo? Esto no es como los EEUU donde todo el mundo tiene una pistola en casa, y aunque la tuvieran con el Parkinson que padecen dejarían la habitación hecha un colador antes de atinar.
Tirarse a la vía del tren lo veo poco factible a no ser que coloquen asientos libres en las vías o algún alambre o tornillo que puedan guardar en un bote de cristal de alubias vacío por si les sirve en un futuro… como si tuvieran de eso.

Tirarse de cualquier sitio alto en general es complicado si no dispone de escaleras mecánicas o ascensores para llegar.
Otra solución sería que se envenenaran, pero tal como está el tema de las pensiones hasta que no vendan venenos Hacendado lo veo complicado también.

A mí como idea innovadora se me ocurre obligarlos a ver Intereconomia las veinticuatro horas del día hasta que revienten. Aunque creo que esto ya pasa actualmente y no funciona. Es cierto que se convierten en zombis descerebrados que votan en masa al PP, o lo que es peor… a partidos tipo UPD o Ciutadans, pero no mueren.
Como veis con estas declaraciones del ministro japonés, la realidad siempre supera a la ficción, incluso a las ficciones más cutres como es el caso.

Si alguien tiene alguna propuesta respecto a los viejos que no se dan prisa en morir, para que este ministro pueda ahorrar algo de dinerillo que se ponga en contacto con el gobierno japonés llamando al teléfono 096 378 920 763 441 290 762 330 891 900 301 467 897 346 772 404 991 386 409 371 289 451 374 449 045 385 609 286. No os saldrá mucho más caro que llamar al Sandro Rey.
Si sois unos putos ratas también podéis poneros en contacto a través de la web: www.yomatoviejospalaaholaldinelete.com

 
Puedes leer la noticia completa en:

http://www.abc.es/internacional/20130122/abci-ministro-japon-personas-mayores-201301221659.html

 
Puedes leer la entrada que inspiró al ministro japonés:

http://odiotodomundo.blogspot.com.es/2012/03/odio-los-viejos.html

miércoles, 16 de enero de 2013

ODIO LOS ANIVERSARIOS


Hoy se cumple el primer aniversario del blog. Hoy hace un año de mi primera entrada en este blog de poca monta y es por eso que por mucho que lo odie quiero daros las gracias a todos y a todas, sobre todo a todas, los y las que alguna vez habéis entrado en el blog para leer alguna de mis gilipolleces.
Si además os he alegrado ni que sea un poquillo el día en estos tiempos de mierda ya sería la leche.

Como buen ser insociable que soy odio todo tipo de fiestas y celebraciones. Ya sean cumpleaños, aniversarios, comuniones, despedidas, bodas, fiestas mayores, fiestas populares, conmemoraciones… etc. etc.

Los entierros ya son otra cosa. Tienes que ir por obligación igual que todo lo que he mencionado antes, pero en este caso no tienes que esforzarte en poner una cara de fingida alegría. Puedes dejar tu cara habitual de mustio y te integras perfectamente.

En la mayoría de casos siempre estarás mejor que el protagonista, por muy guapo o guapa que lo hayan dejado según todas las viejas del lugar. Todo ventajas. Sobre todo para el difunto que ya no tendrá que asistir a más cumpleaños y aniversarios absurdos y encima lo han dejado bien guapo cuando toda su vida ha sido más feo que una mierda.

Si ya dieran pastel seria la bomba.

Pero no todas las celebraciones iban a ser tan estupendas como ésta. Los cumpleaños por ejemplo son un puto infierno. Tanto para los obligados invitados que tienen que gastarse una pasta en un buen regalo, o un Smartbox en su defecto, como para el agasajado.

Hay dos momentos del año que odio con todas mis fuerzas. Cuando aparece el puto pastel lleno de velas el día de tu cumpleaños y el momento justo después de acabarte las uvas en nochevieja cuando tienes que besar y felicitar no sé qué a todos los que te rodean, ya sea tu primo segundo o un mendigo que pasa por la calle.
¿Qué cojones hay que celebrar el día de tu cumpleaños? ¿Por qué hay que celebrar año tras año el día que naciste? Naciste y ya está, no hay más. ¿A quién coño le importa eso?

Es que hay que celebrar que sigues vivo un año más, dicen algunos gi… personas. En ese caso habría que celebrarlo cada día, no solo ese. ¿Qué puto mérito tiene seguir vivo? He conseguido cosas más difíciles a lo largo de mi vida y nadie las celebra, vale no muchas, pero alguna.
¿Y qué puto sádico inventó eso del pastelito de cumpleaños? Primero quedas para cenar ¡Venga chicos vamos a cenar que es mi cumple! Dices tú porque no te queda otra. ¡Eso venga vamos! Contestan los muy cabrones.

Aguantas estoicamente toda la larga cena. Soportas balances de tu vida realizados por personas que “te quieren”. Vas mirando el reloj angustiado sabiendo que se acerca el momento cumbre. Cuando ya estás en los postres alguien se levanta y dice: Un momento que voy a la cocina ¿Me acompañas tía Enriqueta? Dice ella con voz picarona mientras le guiña un ojo a la tía Enriqueta.
Después de unos minutos para que la tía Enriqueta se percate de la situación se van a la cocina y tú ya sabes lo que viene a continuación. De repente se apagan las luces. Ya está. Todo ha empezado ya. Aparecen por la puerta del comedor la tía Enriqueta y acompañante sosteniendo un pastel repleto de velas encendidas mientras entonan una bella melodía. O bella seria si no estuviera cantada por personas borrachas sin ningún tipo de habilidad por el cante, cuyo único objetivo es gritar lo máximo posible para hacértelo pasar lo peor posible.

Tú no sabes dónde meterte, miras a izquierda y derecha poniendo cara de Cristiano Ronaldo en la gala del Balón de Oro mientras rezas para que alguna vecina se haya dejado la llave del gas abierta y se produzca una explosión en ese instante. Pero eso nunca suele pasar y no te queda otra que soplar las velas como un gilipollas entre vítores y flashes.

No hace falta decir que toda esta humillación se puede multiplicar por cien, en caso de celebrar la cena de cumpleaños en un restaurante. En ese caso el grado de maldad es sublime.
No me enrollo más, porque mi única intención era daros las gracias por este primer año de aventura bloguera. Espero que sigáis entrando a leer mis cosillas y cualquier sugerencia que tengáis para mejorar será bien recibida… -putos listillos-.

Gracias y os odio a tod@s.